Durante la segunda mitad del siglo XX la moda de los cafés inundó Zaragoza, localizándose éstos fundamentalmente en su centro urbano. En este contexto los hermanos Borobio fueron los encargados en 1931 de la modernización del café Salduba en la plaza de España, entre algunas de sus pequeñas grandes obras.
Fue tanto una reforma externa como interna en la que José Borobio realizó los bocetos de cinco murales, cuyo tamaño era 2 x 3 metros, que decoraban el salón y los hermanos Codín los trasladaron a las paredes.
Se trata de unas composiciones deudoras del movimiento cubista en las que se advierte la geometrización de las figuras dispuestas en tramas que jerarquizan la escena.
La primera era la vista del interior del café; la segunda o sala de música con una pareja bailando y la orquesta; la tercera, unas mesas con personas elegantes; la cuarta, sugiere la cocina del restaurante y la quinta, una cervecería con tres personajes en ella.
En todas pueden visualizarse líneas diagonales que se suman al tema principal, al mostrar así diversas situaciones y objetos de forma simultánea.
Desgraciadamente fueron eliminadas al realizar una nueva modernización del café y solo quedan algunas fotografías en el archivo familiar.
El nuevo salón fue decorado por José Borobio con escenas de las cuatro estaciones y, una más, la del ferrocarril. También creó la tarjeta publicitaria de la cafetería Salduba y, posteriormente, la de la cafetería Alaska, cuya modernización también llevaron a cabo los Borobio.