Las plazas de los poblados se definen como herramientas necesarias para construir una nueva identidad colectiva en los colonos desplazados de su lugar de origen. Por tanto serán un elemento primordial con objeto de consolidar una identidad propia y diferenciada.
En ella se ubicarán los elementos más representativos y simbólicos, como son Ayuntamiento, Iglesia, administración, comercios y escuelas. Se localizarán estos equipamientos en lugares estratégicos de los pueblos con intención de crear un hito visual desde todas las vías.
Podemos distinguir tres modelos diferentes de plazas:
- Unitarias: son las plazas de forma regular y clásicas muchas veces porticadas: son entre otras la de Ontinar, Artasona, Alera.
- Segmentada: con base en el modelo las plazas de los poblados italianos se diseña la plaza de forma que sea atravesada por una, o dos de las vías principales. Es la aportación genuina del fenómeno colonizador. Ejemplos de ello son El Temple, Orillena, Puilato y Pueblo Nuevo del Delta.
- Parque rural: espacios de 40×40 metros sin construir que contrasta con el resto del poblado.
La iglesia con su campanario conforman el hito principal del pueblo que rematan las visuales más importantes. Su elevación se puede observar desde las principales calles e, incluso, en muchos de ellos se vislumbra desde fuera del mismo, sirviendo de guía al peregrino.